Opinión

Y vinieron por mí…

Por María de los Ángeles Ordoñez

Analogía. f. Relación de semejanza entre cosas distintas. Diccionario de la Real Academia

En los procesos de cambio en cualquier organización seria se parte de un diagnóstico que permita conocer los problemas que se tienen y a partir de ello, iniciar los cambios necesarios, en estructura y función. Conocida la realidad, se discute y decide lo que ha de hacerse para que todo funcione bien y mejore. Es evidente que esta lógica no es del interés del gobierno desde hace años, sin embargo, se han reformado y creado nuevas organizaciones que han sido positivas (autonomías como las del Banco de México, el Inegi, el IFE en su momento, entre otros), y que han servido a los distintos gobiernos para tomar sus decisiones. Si sabemos que reformar es cambiar para mejorar, cambiar de régimen es una enorme reforma y por lo tanto serían de esperarse, grandes mejoras.

En un contexto donde los reclamos sociales se tornan rápidamente en violencia cuando los encapuchados aparecen (alto a los feminicidios, protesta contra la violencia en la UNAM), los diputados y senadores de la República dan muestras de cómo se defienden sus intereses, no los nuestros, y hacen su aporte para la formación de un esquema de centralización y concentración de poder del titular del Ejecutivo y a estas fechas, existe la incertidumbre de un cambio, y no sabemos hacia donde o si es un salto al pasado. Tal parece que nos enfilamos una vez más a recorrer el mismo circulo de cada 6 años, donde se aplazan los impulsos importantes para mejorar y prever un buen futuro para las próximas generaciones; Martín Niemöller (1892-1984) pastor luterano alemán, escribió el siguiente poema: “primero vinieron pos los socialistas , y yo no dije nada, porque yo no era socialista, luego vinieron por los sindicalistas , y yo no dije nada, porque no era sindicalista, luego vinieron por los judíos, y no dije nada porque yo no era judío, y luego vinieron por mí, y no quedó nadie para hablar por mí”. ¿Porqué viene al caso este poema? Porque primero vinieron por las Comisiones Nacional de Hidrocarburos y Reguladora de Energía, y nadie dijo nada, vinieron por el CONEVAL, y nadie dijo nada, vinieron por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa, y nadie dijo nada; y era lógico que así sucediera, ya que previo, habían venido por las reglas de operación de los programas sociales, las desaparecieron, y nadie dijo nada, lo mismo habían hecho con los censos necesarios, los eliminaron, nos quedamos sin registros, y nadie dijo nada; están viniendo por la Ley de Adquisiciones, eliminado las licitaciones y adjudicando contratos, debiendo licitarlos, y nadie dijo nada; por lo que sucede en la Cámara de Diputados, preparan el camino para venir por el INE, y no sería remoto hicieran lo mismo con el INAI; antes de confirmar el poema de Niemöller, aún podemos decir algo para que este no sea aplicado en México  sí; al menos hacer una reflexión que se mantiene en el tiempo, y se aplica a México. En 1938, en Alemania, noviembre 9 y 10 da inicio una persecución, la de los judíos, a partir de lo que se conoció como la noche de los cristales rotos, lapidando y destruyendo sus negocios. Bien sabemos que sucedió en esa época y como termino ese esfuerzo centralizador en Alemania.

Después de haber sido un ferviente admirador e impulsor de Adolfo Hitler, Martín Niemöler se convierte en un crítico de su gobierno, sobrevive a un campo de concentración y a la guerra. Estamos ante un modelo popular que describe los peligros de la apatía política, concluye.

En estos tiempos en México, el balón debe rodar en la cancha de toda la sociedad si no queremos recordar por mucho tiempo este poema.

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