Opinión

Un día sin nosotras, por una vida en libertad

No sólo fueron los feminicidios de Ingrid y Fátima y todas las mujeres que, sin deberla ni temerla, han desaparecido de la faz de la tierra. No sólo son las condiciones salariales disparejas entre hombres y mujeres. No sólo son los roles infames que nos mantienen trabajando día y noche sin descanso. No sólo son los golpes, ni los insultos, ni las miradas lascivas, ni los acosos, ni la represión, ni el juicio de una sociedad anquilosada. Lo que padecemos hoy las mujeres en México es un clima de violencia intolerante; violencia no solamente en lo físico, sino en lo patrimonial, psicológico, moral y estructural.

El paro nacional del próximo lunes 9 de marzo tiene como objetivo emitir un mensaje claro: ¡somos indispensables!

El Secretariado Ejecutivo indica que, al cierre de enero del 2020, se reportaron 72 feminicidios en todo México. De acuerdo con la misma institución, Coahuila es la segunda entidad a nivel nacional en llamadas al 911 por violencia familiar.

Hoy las mujeres no nos sentimos ni seguras ni valoradas ni comprendidas. Hoy ya no tenemos paciencia para dialogar con personas, funcionarios y líderes de opinión que aún construyen su criterio con una narrativa atascada de prejuicios e injurias que fueron patentadas más atrás del siglo XVIII.

El domingo las calles de la Comarca y de México se tapizarán de mujeres valientes que al unísono gritaremos, lloraremos y exigiremos justicia por todas aquellas vidas que fueron arrebatadas por masculinidades frágiles, por discursos totalitarios y patriarcales. Este fin de semana el cielo se teñirá de morado y llorará por esta sociedad descompuesta en la que vivimos y cohabitamos.

Como una organización fundada y operada mayormente por mujeres, Participación Ciudadana 29 Laguna se une al dolor, a la indignación y al hartazgo generalizado por el clima de violencia, discriminación y menosprecio que vivimos y respiramos las mujeres los siete días de la semana.

Ni los patrones dando permisos, ni las autoridades suspendiendo clases, ni los partidos y cámaras empresariales subiéndose al barco de la empatía tienen el poder para dimensionar y compartir el dolor y la indignación que sentimos y que en este momento nos une.

Laguneras, coahuilenses, es hora de unirnos, de abrazarnos, de olernos, de sentirnos. Es hora de escuchar, de iniciar con la construcción de una sociedad amable, equitativa y justa con nosotras.

El paro nacional del 9 de marzo no será un día cualquiera y deseamos, con toda sinceridad, que sea un antes y un después, que marque un precedente para demostrar que las mujeres sí nos organizamos, que las mujeres sí nos unimos por la empatía y la solidaridad y, sobre todo, que las mujeres somos el elemento más importante y fundamental para la subsistencia de la sociedad.

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *