
Retomar la idea
Por Miguel Ángel Ordaz
Es normal que cuando se contrata a una persona para el desempeño de un trabajo se le requiera algún documento que demuestre sus habilidades y experiencia; también es normal que el aspirante señale sus pretensiones económicas ya que están en juego los intereses de quien contrata y los beneficios del contratado. Es la relación obrero patronal que traducida al buen cristiano, es entre el trabajador y el dueño. Si el rendimiento y resultados de su trabajo es satisfactorio a ojos del dueño, el trabajador se mantiene seguro en su puesto, si no es del todo satisfactorio recibe llamadas de atención o bien se le capacita y adiestra para que mejore su desempeño.
Cuando son varios los dueños, se establece la figura necesaria para tomar decisiones fundamentales de la organización que le permitan crecer y desarrollarse en ocasiones a través de un Consejo o de una Junta que van también creciendo según aumenten las actividades, pero cuando los dueños son muchos, los Consejos y las Juntas no pueden hacer nada y más si somos todos los ciudadanos de un país, estado o municipio; a pesar de que se nos ha dicho que nosotros somos el soberano y que la ley nos otorga la calidad de mandantes – los que mandan- la realidad es que esto no ha ocurrido, solo se nos toma en cuenta cuando es día de elección, esta práctica se ha convertido a lo largo de décadas en algo aceptado que da lugar a que la costumbre se presenta como regla no escrita, perdimos el derecho de exigir.
La costumbre hecha regla por la práctica misma ha tenido uno de sus principales efectos nocivos en el desempeño de los cargos de elección de gobernantes y representantes, lo que ha mantenido vigentes frases como “siempre ha sido así” que se traduce en que se mantenga la práctica, aunque nos afecte; “que le hace que robe pero que haga obras” que implica el permiso para disponer del dinero que todos aportamos aunque sea para el beneficio personal, total ¿rendición de cuentas? claro que sí, pero simuladas. Amable lector, en PC 29 mantenemos y continuamos promoviendo el empoderamiento ciudadano a través de la participación, involúcrate para desahijar estas prácticas.
Las circunstancias y problemas que hemos venido sorteando durante los últimos dos años, que le han significado al gobierno manifestarse en toda su incapacidad, corrupción e impunidad, significa una coyuntura única que no debemos desaprovechar para de una vez por todas exigir se cumpla con la ley y se atienda el mandato otorgado.
Continuando con las propuestas planteadas en mis dos colaboraciones anteriores, hoy propongo dos relacionadas con el gobierno que inicia en Torreón en enero de 2022: que el alcalde, todos los servidores públicos de primer nivel, los miembros del Cabildo y todo el personal que será contratado para esa gestión, presente su hoja de vida, que nos permita conocer el perfil contratado a fin de que determinemos la pertinencia para el cargo que ocupará. Que el alcalde, las personas que ocuparán los cargos directivos de toda la estructura del gobierno municipal, incluyendo el sector descentralizado, y los miembros del Cabildo presenten con tiempo su declaración patrimonial, su declaración de impuestos y su declaración de intereses si queremos un buen gobierno, debemos ser buenos ciudadanos. El mandato otorgado no es una carta en blanco que se maneje a capricho y a espaldas del mandante. Involúcrate amable lector.
En el Cajón. Con el referente Agencias y el título, el Ejecutivo crea figura de comandante, aparece una nota en la edición de El Siglo de Torreón de agosto 14, 2021 página 5A donde se atribuyen (sin entrecomillado) declaraciones al presidente de México que “se trata de la homologación estructural del Ejercito con la Fuerza Aérea Mexicana ,pero también se buscará la generación de doctrina…mejorar el control administrativo para atender asuntos de la administración pública federal…una vez aprobada una eventual reforma constitucional…” este entrecomillado es mío; me preocupa el contenido de la eventual reforma al referirse a los asuntos que al gobierno federal – ejecutivo y organismos que conforman el gabinete ampliado- le competen por ley; si se prometió que el ejército regresaría a sus cuarteles y lo que sucedió es que prácticamente hace de todo ¿Qué otros espacios del quehacer civil se pretenden encomendar a las fuerzas armadas? ¿Qué se está tramando al darle nuevas tareas de la administración pública federal a las fuerzas armadas? Solo son preguntas.
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