Opinión

Presupuesto de Coahuila: cada vez más opaco

Por Moisés Picazoo

No es ninguna novedad la opacidad en el manejo del Gobierno de Coahuila, ejemplos sobran: ¿cómo se llegó a la megadeuda? ¿A las empresas fantasma? ¿A la falta de obras? ¿Al adeudo a proveedores? ¿A hospitales abandonados? Es decir: salud, educación, seguridad y servicios en general. Los habitantes del estado no sabemos qué ocurre, sólo vemos a los nuevos millonarios cada seis años.

El último ejemplo lo tuvimos la semana pasada al hacer la revisión del Balance Presupuestario 2018, que la misma Secretaría de Finanzas publicó y en donde se muestra un subejercicio de $3,584,000,000, (tres mil quinientos ochenta y cuatro millones de pesos), mismos que de acuerdo con el artículo 54 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, los gastos que no se hayan contabilizado adecuadamente, no se podrán ejercer y deberán ser devueltos al gobierno federal, o sea a la SHCP.

Aun cuando la reacción del gobernador fue muy vehemente e intensa, para no usar términos virulentos, y expresó que eran verdades a medias o definitivamente mentiras, porque al primer trimestre aclararían las cuestiones. Suponiendo sin conceder que se pudiera dar esta situación, la ley es muy clara al respecto, lo no ejercido y comprobado al 31 de diciembre debe ser devuelto a la federación, puesto que son fondos que tienen ese origen. Según se sabe,el 84% del presupuesto del estado proviene de fondos federales.

Aquí es cuando cualquier ciudadano de a pie pudiera pensar, van a conseguir facturas, argumentando que no las encontraban porque estaban traspapeladas, «ya ve como son esos burócratas de descuidados  por estar en el lunch, no guardan bien los papeles», o algo más técnico, hubo transferencias que en su momento no fueron debidamente registradas.

La responsabilidad, en primera instancia, recae en el Congreso del estado, cuya función es precisamente servir de contrapeso al ejecutivo, gobernador y a sus subalternos y en segundo a nosotros los ciudadanos que no vigilamos estos aspectos.

Ejemplos sobran de porqué el Congreso no cumple con sus funciones: la ley federal de disciplina financiera establece que en caso de que las entidades tengan ingresos excedentes de libre disposición, éstos deben usarse para el pago de la deuda o en inversión de obra pública, y en el estado sucedió esto durante los años 2016, 2017 y 2018, ¿Alguien vio nuevas obras o algún abono a la megadeuda?

Anomalías se pueden mencionar “n” cantidad, en cuanto al no ejercicio transparente del presupuesto. Una probadita: transcribiremos parte de una nota del Siglo de Torreón, página 8A del 2 de febrero de 2019: «Aunque el congreso aprobó un presupuesto de 47mil 700 millones de pesos durante el 2018 se ejerció un total de 53 mil 915 millones de pesos…»,  « .. Se observa con mayor sobre ejercicio el de Asesorías, el Congreso local aprobó al gobierno estatal un presupuesto de 37 millones de pesos, al cierre se gastaron 753 millones, es decir, un mil 935 porciento más de lo que se autorizó», lo mismo en publicidad con un sobre ejercicio de 753 millones de pesos equivalente a 2 millones de pesos diarios…»

Por lo tanto nosotros los simples ciudadanos debemos vigilar al Gobierno del estado y al municipal y exigir a los diputados y regidores que cumplan con su trabajo, debemos hacerles marcaje personal, y tengamos cuidado por quién vamos a votar.

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