
La fórmula está fácil: entre más transparencia, más participación y menos corrupción
La transparencia es el principio que permite saber a aquellos que son afectados por decisiones administrativas saber sobre los resultados y los procesos que alcanzan estas decisiones. En este sentido, la transparencia gubernamental significa que todos los actos de gobierno deben ser abiertos para que la ciudadanía esté al tanto del comienzo, el proceso y el final de las decisiones que se toman.
La transparencia es fundamental. Es importante que los gobiernos locales sirvan a este principio para ya que se eviten actos de corrupción que amenazan el bueno gobierno y retrasan al desarrollo privado y público.
Controlar la corrupción sólo es posible cuando el gobierno, los ciudadanos y el sector privado cooperan para asegurar esa transparencia.
El enemigo de la transparencia gubernamental: la corrupción estructural
Como ciudadano o ciudadana mexicana, tienes el derecho de acceder a la transparencia. Dar acceso fácil a la información que concierne acciones, políticas públicas, presupuesto y otras responsabilidades organizacionales, es un seguro que el gobierno debe administrar y proporcionar eficientemente.
Por ello, es vital acabar con la corrupción estructural.
Según la politóloga, economista, ex titular de la Secretaría de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, «la corrupción estructural es un problema de dominación política, impunidad estructural (particularmente en el sector privado) y exclusión social«.
Y define la corrupción estructural como «una forma específica de dominación social sustentada en un diferencial de poder estructural en la que predominan el abuso, la impunidad y la apropiación indebida de los recursos de la ciudadanía«.
En una de las publicaciones de Sandoval (2016), se hace referencia a un par de fórmulas que pueden simplificar la razón por la que sigue predominando esta corrupción estructural.
Primero, se menciona la que desarrolla el académico estadounidense, Robert Klitgaard, en la cual sintetiza que: «Corrupción = Monopolio de la Decisión Pública + Discrecionalidad – Rendición de Cuentas (C=MDP+D-RDC)
Luego, Sandoval Ballesteros reformula que: «Corrupción = Abuso de Poder + Impunidad – Participación Ciudadana (C=AP+I-PC)».

En este sentido, la corrupción se compone de tres responsabilidades. Primero, la que tiene la autoridad para castigar y no abusar de sus facultades. Segundo, la que tiene la iniciativa privada de no violar en mala fe las normas de la sociedad y, de hacerlo, de cumplir con su sanción.
Y tercero, de la ciudadanía de participar en los procesos democráticos, judiciales, políticos y de más, para mantener el control y evitar la corrupción.
No obstante, como lo dice Ballesteros, la corrupción es una forma de «dominación social» que inevitablemente vulnera los derechos de la ciudadanía para ejercer sus responsabilidades.
La dominación social de la corrupción estructural
Es importante hablar de la dominación social, para hablar de la corrupción y de la transparencia.
Esta dominación no implica únicamente la coerción física o moral que ejercen las fuerzas del gobierno o de la influencia económica de la iniciativa privada. También implica la negación a las prácticas democráticas que impiden facilitar la participación ciudadana que se necesita para combatir y exigir las responsabilidades de las otras partes.
«La secrecía, no la transparencia, es el sello principal de la normatividad y de los diseños normativos del derecho privado: el secreto fiscal, el secreto corporativo, los secretos tecnológicos, bancarios, etcétera, sirven hoy como escudos para mantener al sector privado a salvo de cualquier ejercicio de fiscalización o vigilancia ciudadana«, escribe Sandoval Ballesteros.
Es decir, la opacidad (antónimo de transparencia) es otra estrategia de dominación social. El silencio, la falta de comunicación de los procesos administrativos del gobierno y la falta de consulta social respecto a las decisiones que a todos y todas afectan, es una negación de la democracia y, por lo tanto, un acto autoritario.
Entonces, cuál es importancia de la transparencia gubernamental
La transparencia es una herramienta para que haya participación ciudadana y, por lo tanto, se pueda combatir la corrupción.
Desde Participación Ciudadana 29 podemos ver claramente que no hay forma de enfrentar las malas prácticas y de señalar la impunidad si no podemos tener noción de cómo se están tomando las decisiones que como ciudadanía tenemos a la distancia.
La transparencia debe acercar la labor pública a los ojos de la comunidad para quien labora, para que esta comunidad pueda alzar la mano en caso de que algo no se esté haciendo para el bien democrático.
En pocas palabras, entre más transparencia, más participación pública y menos corrupción.

