
La vida es un estado de ánimo
Por Luis Alberto Vázquez
“Desde el jardín” (“Being There”) es una novela aparentemente absurda de Jerzy Kosinski y llevada al cine en 1979 teniendo como actor principal a Peter Sellers y en su momento se convirtió en un tema muy comentado por el contenido tan profundo que encierra, ahora, a XX años regreso a él.
Chance, hombre sencillo de mediana edad, ha pasado toda su vida cuidando el jardín de una residencia y nunca ha salido de ella. Su vida toda es, en primer lugar, la jardinería y su visión del mundo la obtiene enteramente de lo que ve en la televisión. Cuando muere su patrón, Chance ingenuamente cree no tener ningún derecho y decide mudarse. Vaga sin rumbo admirando un mundo desconocido donde confunde la realidad con la ficción. Por accidente es atropellado por un automóvil propiedad de un magnate cuya esposa apenada por el accidente, lleva a Chance a su casa para recuperarse.
Cuando el magnate Ben Rand, quien se encuentra muy enfermo dialoga con Chance, lo considera un hombre de negocios con alto nivel educativo que ha pasado por momentos difíciles; lo admira, encontrándolo directo, sabio y perspicaz.
A partir de ese momento la vida de ahora «Chauncey» como creen es su verdadero nombre, cambia radicalmente. Rand es asesor económico del presidente de Estados Unidos y en una reunión sobre los problemas de la economía, Chance escucha las palabras: «estimular el crecimiento» y cree que es sobre jardinería, entonces da su punto de vista y le habla sobre los cambios en las estaciones del jardín. El presidente escucha atento e interpreta, por error que se trata de un consejo esperanzador y con optimismo sigue aquel consejo forestal e incluso, lo cita en un discurso dando el crédito a Chance, quien rápidamente adquiere renombre como asesor económico y hasta político. Es invitado a importantes reuniones y sus comentarios son halagados; aparece en entrevistas televisivas dando sus consejos detallados sobre lo que debe hacer un jardinero en cada etapa del año y bajo diversas condiciones climáticas, todo su lenguaje es sencillo, pero interpretado como metáfora para asesoramientos de política nacional. Las flores son las personas, las estaciones los altibajos económicos, cada uno escucha lo que quiere oír, interpretan los dichos a su manera.
A la muerte de Rand, Chance muestra una tristeza genuina. Mientras el presidente pronuncia un discurso en el funeral, existe la duda sobre su reemplazo y acuerdan por unanimidad que Chance debe serlo. Este, ignorando todo, se aleja por el cementerio, endereza un árbol aplastado por una rama, camina por la superficie de un lago, luego se hunde en él. Al fondo se escucha al presidente citar: «La vida es un estado de mente.»
En “Desde el jardín” la obsesión es la televisión, hoy lo son las redes sociales, hay quienes todo el día quieren verlas, escucharlas, están obcecados y hasta ofuscados por ellas, son su único modo de conocer “el mundo”. Viven pegados al celular y creen que todo lo que en ellas se dice es real, es verdad, poseen autenticidad.
En la película aparece un pedagogo quien insiste que la televisión es una herramienta maravillosa para educar, mejorar, pero que únicamente está siendo utilizada para manipular. En lugar de mostrar el lado positivo de la humanidad, se satura de violencia y denostación de la dignidad.
Chance sentía no solamente la necesidad de ver televisión, era además su seguridad personal, sólo que él poseía magnanimidad, algo de lo que carecen absolutamente todos los creadores y repetidores de mensajes tóxicos; se sienten perdidos si no están mirando, contestando memes o comunicados; mal suena la señal de un mensaje y abren el celular para leerlo, creen estar comunicados, pero en realidad sólo hay misantropía en su alma, únicamente adhesión cibernética. Una fijación alterada que afecta su capacidad intelectual.
Las palabras tienen un poder inmenso, lo que dices, como lo dices y más que escuchas y cómo lo escuchas, pueden significar la diferencia entre el esclavo y el ser libre. Es lastimoso encontrar personas capaces y preparadas dedicando su intelecto a destruir; mentir; insultar y denigrar; soñando que sus enemigos desaparezcan; viven alienadas en sus fantasías destructivas construyendo una realidad solo existente en sus mentes turbadas por su odio irascible; son idénticos a los prisioneros de la platónica caverna, sin aceptar que existe otro mundo.
“La vida es un estado de ánimo”, Tú eres el dueño de tu vida, de tu inteligencia, de tu identidad y aunque las redes quieran encadenarte, Tú decides quien manda en Ti, tu capacidad o lo que recibes. Yo por eso insisto en borrar sin abrir aquellas comunicaciones cuya procedencia me queda claro son perjudiciales a la salud mental.
Facebook: Participación Ciudadana 29 Laguna
Twitter: @pc29laguna
Web: www.pc29laguna.org.mx

