Opinión

La juventud de La Laguna participa

Por Patricia Vargas Bryan

Ayer, doce de agosto, celebramos en México el Día Internacional de la Juventud, declarado así por la Asamblea General de las Naciones Unidas desde 1999. A ese sector de la población que puede variar su delimitación de acuerdo a distintas instancias y documentos, solemos atribuirle valores como la innovación, la transformación y la esperanza de un mejor futuro.

Sin embargo, son pocas las acciones reales que llevamos a cabo los gobiernos de cualquier orden, universidades y otros organismos de la sociedad civil, para incluir decisivamente la participación de los jóvenes en la planeación de su futuro. Para ello tendríamos que escucharles de voz viva y dejar de especular, desde nuestra experiencia y condicione socioeconómicas, sobre lo que esas nuevas generaciones esperan, temen o padecen.

Para comprender y comunicarnos mejor entre generaciones, en aras de construir una democracia verdaderamente incluyente y plural, es necesario, antes que todo, situar el contexto de cada segmento poblacional. Gracias a ciertas reformas en las leyes laborales y de seguridad social, por ejemplo, gran parte de las y los jóvenes de estos tiempos difícilmente podrán acceder a un sistema de pensiones que les permita planear su vejez o vivirla con dignidad a partir de cierto número de años trabajados, como nuestra generación sí ha sido capaz.

Por otro lado, hablamos de una o dos generaciones que se entrelazan para dibujar la juventud actual que enfrenta también un mundo mucho más competitivo en términos de preparación y oportunidad laboral: nuestros jóvenes no compiten entre sus compañeros de universidad por un empleo en su ciudad, sino que se insertan en un mundo laboral plenamente globalizado, en el que las escuelas y universidades deberían de tomar en cuenta las capacidades y habilidades que deben de mostrar sus egresados de acuerdo a estándares a nivel mundial, y no a necesidades de la industria local.

El manejo de las nuevas tecnologías también es evidentemente un terreno más conocido para las juventudes, y por ello, en el campo en que mejor se mueven escolar y laboralmente. Y aún reconociendo esta característica fundamental para la realidad actual, hemos fallado en integrarles en instituciones de gobierno donde podrían aportar su conocimiento y habilidad para desarrollar mejores prácticas de manejo de información, transparencia y análisis de datos, para empezar.

En La Laguna, el IMPLAN Torreón ha integrado a un consejo de jóvenes, llamado “Visión Metrópoli”, que trabaja en proyectos muy concretos para dar a conocer circunstancias del pasado y el presente de la ciudad, a través de la mirada diversa de sus integrantes. Sin embargo, el consejo joven no tiene voto en las decisiones del Instituto, como el de los adultos que integran su consejo ciudadano. Otros organismos de la sociedad civil, específicamente formados por y para jóvenes, participan activamente abordando temas ambientales, de movilidad y de participación política en general. Ello nos habla de que los laguneros jóvenes tienen ganas y hacen lo posible por participar.

Incorporar a las juventudes en organizaciones sociales, instituciones de gobierno y consejos consultivos o administrativos  ya sean públicos o privados, es una tarea que nos beneficiará a todos al corto, mediano y largo plazo. Incluir no es una concesión ni una caridad, sino una obligación en términos de justicia e igualdad.  Impulsemos decididamente la participación de las y los jóvenes que, al igual que “las mujeres” se convierten después en discursos políticos sin una incidencia concreta o real.

Facebook: Participación Ciudadana 29 Laguna

Twitter: @pc29laguna

Web: www.pc29laguna.org.mx

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