La corrupción no es delito, tampoco el fraude electoral
Por Moisés Picazo Salazar
Empezaré con una cita: “La pregunta parece ociosa, pero no lo es. En distintos ámbitos del sector público federal, en especial de procuración e impartición de justicia, permea el criterio de que la corrupción no es un delito. Si esta idea permea, se pondría en jaque la funcionalidad y eficacia del Sistema Nacional Anticorrupción, pues cualquier desvío de recursos públicos quedaría impune”.
Quienes afirman que la corrupción no es un delito parten de una premisa difícil de aceptar. Su argumento es que cuando se reformó el paquete legal que creó el SNA en junio de 2016, también se modificó el Título Décimo del Código Penal Federal para denominarlo: “Delitos por Hechos de Corrupción”.
En la misma reforma se previó que el nuevo Título Décimo entraría en vigor cuando los Senadores nombraran al Fiscal Anticorrupción. El problema es que como eso no ha sucedido, entonces la denominación “Delitos por Hechos de Corrupción” es inexistente y, por lo tanto, la corrupción no es un delito en México. Así de simple.” Luis Pérez de Acha
Esto último quedó resuelto el 8 de febrero de 2019, cuando el fiscal general nombró a María de la Luz Mijangos como fiscal anticorrupción del SNA.
“Lo primero que hay que decir es que no existe un “delito de corrupción” propiamente dicho, al menos en el sentido coloquial que habitualmente se maneja, ya que dicho delito no está tipificado por la ley”.
Hemos vivido entonces con la marca equivocada, pues a diario nos dicen: “combatiremos la corrupción”, “meteremos a la cárcel a todos los corruptos”, ya no habrá más corrupción” y no pasa nada.
Efectivamente tanto a nivel nacional como a nivel local, no se ha logrado atrapar “los peces gordos” de la corrupción, por ejemplo la Ley 3 de 3 a nivel nacional se podrá aplicar hasta 2020.
A nivel local, la siguiente declaración ilustra bien el combate a la corrupción: “La Fiscalía Anticorrupción de Coahuila no es una oficina recaudadora, subrayó Jesús Homero Flores Mier, al precisar que es un área de investigación de delitos de peculado y que trabajan, en estos momentos, con agencias norteamericanas a fin de mejorar la eficiencia de la dependencia.” Noticias Sol de la Laguna. 15 de abril de 2019
Otro ejemplo: “Conoce a la fiscalía especializada en delitos por hechos de corrupción en el estado de Coahuila de Zaragoza”
“CCICOAH 8 mayo,2019 …. El Lic. Diego Garduño, de la Fiscalía anticorrupción expuso de manera clara los fundamentos jurídicos de la creación de la fiscalía, las facultades del fiscal, la constitución orgánica de la fiscalía especializada y una clara definición con ejemplos prácticos los delitos que persigue dicha fiscalía como lo son, el cohecho, peculado, enriquecimiento ilícito y otorgamiento ilícito de cargo, empleo o comisión oficiales.”
A falta de espacio, lo único que se puede decir es que las leyes que los partidos políticos y sus gobernantes han hecho por medio de sus diputados –que no nuestros- son de tal manera que es muy difícil, por no decir imposible, ya no digamos acabar, sino tan solo combatir la corrupción.
En cuanto al fraude electoral, para no aburrirlos, se los dejo de tarea, vean la brevísima Ley General en Materia de Delitos Electorales y verán que no existe tal delito, ni anula la elección o que sea causal del voto por voto o casilla por casilla, etc.
La sugerencia de siempre, como ciudadanos, hagamos que este país camine y olvidémonos de los políticos, de los partidos, y los gobiernos en general.
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