En principio, conocer
Por Miguel Ángel Ordaz
Cuando se nos presenta una situación de apremio, hacemos lo necesario e imposible por atenderla, intentamos ser prácticos, usamos el sentido común, tomamos atajos, todo con el propósito de encontrarle solución al apremio. Cuando asistimos a un evento deportivo, atendemos emergencias de salud, hacemos pagos pendientes, tramitamos pasaporte, etc., hacemos acopio de datos diversos, nos apuramos, jerarquizamos y finalmente conseguimos atender el problema, hacemos un gran esfuerzo para resolver un asunto de interés personal y en ocasiones familiar.
En la entrega anterior, se bosquejó una práctica que nos puede ayudar a ir eliminando los apremios derivados de emergencia en nuestra relación con el gobierno, para estar en condiciones de encaminarla de manera positiva para nuestros intereses y hacer valer nuestros derechos; es decir, que debemos retomar el sentido de lo colectivo, de la comunidad, ya que desde el punto de vista del gobierno, del gobernante en cualquiera de sus roles, solo forman parte del discurso: la sociedad, el bien común, el interés público y demás expresiones que les llena, que les sirven para mantener distante la relación que debe ser estrecha. Por ello, es necesario puntualizar y preguntarnos algunas cosas. El gobierno nace en cualquier parte para atender una tarea fundamental: resolver problemas y cumplir la tarea fundamental del Estado que es garantizar nuestra integridad personal y patrimonial y generar condiciones que permitan tener acceso a una mejor calidad de vida y de oportunidades. Partiendo de este referente, vale hacernos las siguientes preguntas:
¿Conocemos nuestros derechos fundamentales y las obligaciones en que estos se transforman en obligaciones del gobierno? ¿Conocemos la organización y funcionamiento del gobierno como un todo y de sus partes? ¿Sabemos cuáles son las partes del gobierno municipal? ¿Sabemos de la obligación de cada unidad administrativa que tiene presupuesto específico asignado de contar con un Plan Operativo Anual? ¿Sabemos qué es el Cabildo y cuáles son sus obligaciones? ¿Sabemos cuáles son las facultades y obligaciones del mismo?
Para iniciar el ejercicio propuesto en la entrega anterior, y considerando, amable lector, que las respuestas que tenga a cada una de las preguntas anteriores pudieran estar incompletas, estimo podemos iniciar por establecer un punto de partida y abrir la discusión con la búsqueda de respuestas en relación al gobierno inmediato, el municipal, y para ello partamos de identificar qué establece el Artículo 15 Constitucional: “Cada Municipio será gobernado por un Ayuntamiento de elección popular directa, integrado por un Presidente Municipal y el número de regidores y síndicos que la ley determine” .Por el hecho de que la integración del Gobierno Municipal resulta de un proceso de elección, el alcalde, los síndicos y los regidores, son nuestros representantes, y como tales tienen la obligación de la representación de nuestros intereses para resolver problemas del municipio que afectan a sus habitantes. Por lo que con el afán de provocar, hago la siguiente pregunta:¿La actuación de los miembros del Cabildo representa discusiones, acuerdos y acciones que vean por nuestros intereses, tanto en las sesiones del Cabildo como en las de las Comisiones?. Podemos iniciar la búsqueda de respuestas, y en su caso la discusión sobre la pertinencia de dicha actuación al saber que una da las funciones del regidor es “vigilar los ramos de la administración que le compete a la Comisión que preside o forma parte…”. Amable lector, le invito a participar en esta incipiente discusión que nos permita encontrar y conocer las causas del por qué de pronto las sesiones del Cabildo son un verdadero circo. Intégrate a la discusión, es interés de PC 29 ensayar esta forma de participación y vinculación de los ciudadanos. Conocer es el principio. También preguntar en este caso; hagamos un verdadero frente de discusión, análisis y generación de alternativas.
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