
Egoísmo altruista y solidaridad innata
Por Luis Alberto Vázquez
Todo hombre debe decidir si piensa caminar bajo la luz del altruismo creativo o en la oscuridad del egoísmo destructivo. Martín Luther King, Jr.
Bernard de Mendeville en sus “Fábulas de las Abejas” (poema 1705 y libro 1714) reenfoca la visión hobbiana de la naturaleza humana según la cual el hombre es un individuo posesivo, insaciable, totalmente egoísta y movido por pasiones que lo encausan en la búsqueda de satisfacciones como el lujo, la extravagancia, la envidia, la lujuria y otras que permiten el desarrollo y prosperidad social. El ser humano al perseguir esos “vicios” provoca un alto aumento en el consumo; este permite la circulación del dinero y aumenta el trabajo para las clases más humildes. Si uno roba mil guineas a un viejo avaro que, rico poseedor de casi 100.000 libras esterlinas gasta solo 50 al año, es seguro que pronto ese dinero circulará en el comercio y la nación ganará con este robo.
En cuanto al aspecto ético opina: “…Uno de los sentimientos que mueve al hombre a ser moral es el honor, la sed de fama, que en ultimo termino se basa en el amor propio; el reverso de este sentimiento es la vergüenza, una pasión que tiene síntomas propios, el reverso de la vergüenza sería el orgullo. El orgullo junto con el lujo es necesario para el avance y enriquecimiento de la sociedad. Del orgullo nace la forma de vestir con ropas elegantes y de esta se deriva un provechoso comercio y un progreso en la sociedad. En conclusión, los sentimientos que hacen moral al hombre dependen del orgullo y del amor propio”. Toda acción altruista puede y de hecho es realmente dañina para el bien común.
Bajo estos conceptos, la visión mendevilleana/hobbiana del ser humano es completamente negativa; la carencia de conciencia social lleva a una negación filosófica de los derechos fundamentales; ¿para qué? si el hombre no es capaz de apreciarlos; por lo que cualquier acción incluso altruista tiene sentido egoísta, es decir, lo hago porque satisface mi ego y eleva mi fama.
Entiendo perfectamente ese espectro ético del egoísmo y más me queda claro con el mensaje popular de la carreta vacía que suena mucho porque no lleva nada o como los escribas y fariseos que hacen sonar las trompetas cuando depositan su limosna en el templo; pero ¿Qué pasa con la pobre viuda que deposita en silencio las dos únicas monedas de poco valor que posee?
Pedro Kropotkin en su obra “El Apoyo Mutuo” (1902) considera contrariamente frente a la supuesta incansable lucha sangrienta por los recursos que Darwin destaca como la base de su selección natural, que se dan y existen innumerables colaboraciones entre los individuos agrupados en manadas, familias, etc. Considera que la lucha por la supervivencia es más fuerte contra un entorno hostil que la contienda hobbiana/darwiniana en la que, animales y seres humanos luchan unos contra otros entre sí por la perduración de la especie. Casi todos los grupos vivientes ante la escasez de alimentos en épocas de parvedad deciden emigrar en masa a otras tierras, en lugar de luchar entre ellas por un escaso alimento: los gansos se apoyan al volar en parvadas en forma de puntas de lanza y, durante su vuelo, se alternan la delantera para cortar el aire relevándose entre sí y así, diferentes especies (abejas y hormigas) son seres sociales que se ayudan mutuamente.
Para Kropotkin, la existencia del ser humano depende siempre de coexistencias; el hombre existe para la sociedad tanto como la sociedad para el hombre. Dado lo anterior, el altruismo es una actitud de servicio aceptada y querida de buen grado. El altruismo y la solidaridad tienen una dimensión claramente humana y de servicio a la sociedad que se pone a prueba si para prestar ayuda a los demás tenemos que renunciar a beneficios propios, inmediatos y significativos.
Lectura recomendada | Sócrates y la transformación ético-social
El altruismo es una acción de solidaridad; «una determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común». (Juan Pablo II): una actitud definida y clara de procurar el bien de todos. Maravilloso mensaje de solidaridad nos lo ofrece el cortometraje “Sorry” ganador del Oscar, en solamente 1:58 minutos nos consagra una auténtica conciencia social. Si no las has visto, te dejo la liga:
Y desde la antigüedad Epicteto de Frigia nos ilustra: “El sol no espera a que se le suplique para derramar su luz y su calor. Imítalo y haz todo el bien que puedas sin esperar a que se te implore.”.

