
El corrido como sentimiento popular
Por Luis Alberto Vázquez
“El alma del pueblo canta a sus héroes en corridos
y jamás entona nada para los héroes fingidos que con mentiras
se elevan para hundirse en los olvidos”
Yo Soy el Corrido… anónimo.
El corrido revolucionario es un imaginario colectivo cultural; es el resurgimiento del género musical que abordaba temas sociales y políticos como los problemas agrarios, el ferrocarril, la religión, y/o narra hazañas de los héroes populares, de los titanes de la mitología “de la bola” al mismo tiempo que critica sin perdonar los fiascos históricos, crea cánticos para burlarse de traidores a los movimientos populares y genera con ello gran entusiasmo en la construcción ideológica e identitaria del México de principios del siglo XX; aunque continúa y también abarca la Cristiada, el reparto agrario y la expropiación petrolera.
La historia y el contexto en el que se crea esta expresión del pueblo adopta una forma irreverente y subversiva a la música académica o clásica; surge en el más absoluto anonimato. Un soldado con imaginación y facilidad lírica, antes o después de una batalla, tocando él la guitarra o siendo acompañado por otros revolucionarios, al calor de una fogata y con varios tragos de tequila, mezcal y/o sotol, logran alcanzar la plenitud imaginaria de la gesta revolucionaria, recuerdan y empoderan poética y apoteósicamente batallas y heroísmos, fusilamientos, quemazones y ajuste de cuentas con los antiguos patrones explotadores y destructores de las dignidades.
El objetivo fundamental del corrido es motivar además de divulgar noticias frescas sobre los acontecimientos importantes; también genera la esperanza del triunfo al mismo tiempo que generar compromisos; ejemplo el contenido en “Carabina 30-30 cuando expresa “…Si mi sangre piden, mi sangre les doy, por los habitantes de nuestra nación…” =https://www.youtube.com/watch?v=YP1NdRu4YpU= y es que al mexicano le gusta también exponer sus sentimientos y expresarlos espontánea y genuinamente para comunicar y convencer la validez y persistencia de sus anhelos, de lo justo y del deseo de una vida mejor y también de que hay quienes le quieren y le apoyan en su lucha. Siempre el mexicano pobre idolatrará a quien cree su benefactor y le ofrece mensajes divinos de todo tipo; lo mismo cánticos que frases alusivas a su admiración, lo ve con honor y confianza.
En la imaginaria comunal existen héroes privilegiados como Francisco Villa, Emiliano Zapata y Felipe Ángeles, entre otros ídolos folklóricos del pueblo; a ellos se les otorga un sitio privilegiado en la memoria pública, en cambio, a personajes como Victoriano Huerta se les califica como ambicioso, borracho, conservador, nefasto, asesino y traidor a la patria; efigie sellada para el resto del estadio histórico nacional al igual que tantos eunucos políticos que se han manifestado siempre contra de los intereses de la comunidad.
Lo más trascendente del corrido es que promueve la relación socio-patriótica, generalmente se canta en plazuelas, mercados, calles, pulquerías y tabernas; (difícilmente en centros culturales de nivel económico alto; salvo fechas o actos especiales); por ello se siente como un símbolo más apropiado de las clases humildes.
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Una constante del corrido revolucionario es que si bien, los hechos que el canto narra sucedieron, no siempre lo fueron con la magnitud ahí enunciada, los héroes son aclamados en exceso y sus logros ponderados de forma exagerada, en cambio, lo realizado por el villano es extremadamente contado hacía lo negativo. Un ejemplo simple es “La persecución de Villa” =https://www.youtube.com/watch?v=wJ7prPhMELE=; en esa evocación la genialidad del Centauro de Norte es inmensa y la torpeza de los americanos es increíble. Así sucede en muchas otras narrativas musicales de esta preciosa riqueza folklórica mexicana.
Guardadas las debidas proporciones, los narcocorridos actuales también poseen algunas de estas características; prohibidos en medios de comunicación tradicionales, son muy escuchados en ciertos sectores y poblaciones y también en las redes sociales.
Por si alguien desea escuchar algunos corridos revolucionarios aquí con mucho agrado les dejo esta dirección electrónica:

