Opinión

A quién debemos apoyar como ciudadanos

                                                                                              Moisés Picazo Salazar

Tal vez el tema nos parezca muy trillado o repetitivo, pero no debemos dejar de insistir, ya que los problemas que estamos viviendo, si bien no hay forma de resolverlos de manera rápida y en el corto plazo, ”no hay mal que dure cien años”; y, si nos organizamos, nos unimos y fijamos metas y prioridades, podremos avanzar y en un plazo razonable. Podremos salir del hoyo en que nos encontramos. Me refiero a los problemas económicos, de salud, de seguridad, de trabajo digno y bien remunerado y de educación.

De salud no solo la ausencia de enfermedades, sino como la OMS la define “Es el estado completo de bienestar físico, mental y social». Aquí se antoja preguntar: ¿Cuántos mexicanos tenemos o disfrutamos de ese estado de bienestar integral?

Todo esto viene a cuento porque ya inició el proceso electoral 2020-2021, en el que se van a elegir 15 gobernadores, 500 diputados y varios miles de presidentes municipales y una manera de influir, por no decir el único generalizado, en el que podemos intervenir para que se escuche nuestra voz es el VOTO.

Teóricamente tenemos los tres poderes autónomos, el ejecutivo: presidente de la república, gobernador o presidente municipal, el legislativo: Congreso de la Unión, cámaras de diputados y senadores y en los estados el congreso del estado.

El judicial, con la Suprema corte de Justicia, tribunales, magistrados, jueces, así simplificado y en general y el correspondiente de los estados con los Tribunales Superiores de Justicia y su estructura equivalente al Federal, todo simplificado y sintetizado.

 El problema es que en México por tradición el ejecutivo asume y controla  los dos poderes autónomos y nosotros como ciudadanos, no queremos actuar de manera que esto funcione como en teoría debía de ser, y esta negligencia y poco interés se debe a que el sistema nos ha hecho analfabetas cívicos pues hemos vivido en la orfandad cívica, son muchos años de adoctrinamiento que no es fácil quitárnosla de encima y seguimos actuando como siervos inútiles en lugar de ser verdaderos ciudadanos, pero si no conocemos nuestros derechos mucho menos los vamos a ejercer y a exigir.

Recordemos que los diputados tienen tres funciones básicas o primordiales que nos afectan en nuestro diario vivir y bienestar como arriba se mencionó y debemos repetirlos hasta el cansancio y son:

Representar a la ciudadanía y ver por los intereses de ésta.

Legislar, o sea, hacer leyes que rijan el estado de derecho y administración pública de la entidad, y que sean benéficas para la ciudadanía y no en contra de ésta.

Fiscalizar, supervisar, evaluar y dar seguimiento al ejecutivo en el buen desempeño de éste, en el uso y aplicación de los recursos presupuestales de manera adecuada.

Haciendo un análisis, aún muy somero, nos daremos cuenta que estas funciones básicas no se están cumpliendo

Tal vez se piense que es muy prematuro tocar el tema, pero no, pues hay muchos partidos que se quieren ”sacrificar” y ser candidatos y la verdad no es creíble que quieran hacer algo por nosotros y por este país, y si bien no nos van a preguntar al respecto para decirnos por quienes quieren que votemos,  desde ahora debemos darles seguimiento, informarnos, hacerles marcaje personal y en su momento exigir que cumplan con su trabajo.

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